LOS 10 MANDAMIENTO

MÓNICA ESPINOZA Y CRISTHIAN VELIZ

2DO"C"

1. Amar a Dios sobre todas las cosas.

Sentir cariño sensible hacia él, como lo sentimos hacia nuestros padres; porque a Dios no se lo ve, y a las personas a quienes no se ve es difícil tenerles cariño. Dios no obliga a eso, pues no está en nuestra mano. Aunque hay personas que llegan a sentirlo.

Amar a Dios sobre todas las cosas es tenerle en aprecio supremo, es decir, estar convencido de que Dios vale más que nadie, y por eso preferir a él sobre todas las cosas.

Tú puedes tener mucho más cariño al cuadro que pintó tu hijo, que a cualquiera de los cuadros que se exponen en algún museo, aunque reconozcas que estos tienen mucho más valor artístico.





2-.No tomarás el nombre de Dios en vano.

El segundo mandamiento prohibe todo uso inconveniente del nombre de Dios.


No es legal jurar con sospecha. Tienes que estar moralmente seguro. La certeza moral elimina toda duda razonable, pero de ningún modo elimina el miedo al error.


Sin embargo, cuando se anuncia en juicio, hay que estar absolutamente seguro de ello: porque se hace con lo que se sabe por experiencia personal, o es oído por quienes dan suficiente seguridad. En el segundo caso, hay que dejar bien claro que lo que juró fue que lo había oído del fiel.


El que jura en falso es culpable de un delito grave, si se da cuenta de que está jurando y sabe que está mintiendo.


3-. Santificarás las fiestas

El día más importante del año es la Pascua. Cada domingo es una celebración de la gran Pascua. En el Antiguo Testamento, el día de la fiesta era el Sábado. 


Pero los apóstoles lo trasladaron al domingo porque en ese día resucitó nuestro Señor.


Da igual que vayas a misa el domingo o el lunes, igual que da igual que vayas a festejar a tu padre porque es tu santo, el día que vaya toda la familia, tres días después. Porque te resulta más cómodo.


Para que las personas con impedimentos puedan excusarse de ir a Misa: enfermedad que no les permita salir de casa, un viaje que no les deje tiempo para escuchar, vivir cerca de la iglesia, ocupaciones que no se pueden abandonar, por ejemplo las de cuidar los enfermos y no tienen quien los sustituya.




4. Honrarás a padre y madre


Honrar a padre y madre significa respetarlos, amarlos y mostrar agradecimiento por los cuidados que han prodigado a sus hijos. Implica que los hijos se hagan personas de bien, de tal como que los padres sean bendecidos y que la familia goce de un nombre bien reputado.


Este principio puede aplicarse también a los demás lazos familiares, así como en la relación de respeto con maestros y otras figuras de autoridad que comparten generosamente sus enseñanzas.




5. No matarás

La vida se considera un don sagrado otorgado por Dios, y en ese sentido, solo Dios tiene el derecho de quitarla. 

Este mandamiento es un principio cívico fundamental del judaísmo y del cristianismo. El asesinato y la violencia están condenados por ley. 


No hay excepciones. El que mata, viola el principio sagrado de la vida.




6. No cometerás actos impuros

Se consideran actos impuros el adulterio, la infidelidad, la violación, el estupro y otros actos de lujuria que comprometan la integridad moral o física de las personas.


El sentido de esta ley es promover el ejercicio de una sexualidad digna mediante el control de los impulsos carnales, el respeto al otro y la santificación del matrimonio. 


De este modo, se fomenta la fidelidad conyugal, el dominio propio y la salud sexual.




7. No robarás

El mandamiento de no robar forma parte de los aspectos cívicos de los diez mandamientos. 

Abarca muchas maneras directas o indirectas de causar daño material y moral a otros.

Por ejemplo:

Tomar algo ajeno sin consentimiento del otro;
Cobrar más de lo justo; alterar el dinero y medidas en los comercios para cobrar más a los clientes;
Vender mercadería en mal estado o inservible;
Prestar dinero con intereses y planes de pago opresivos (usura);
Extraer dinero del arca pública;
Extorsionar a los ciudadanos cobrando comisiones ilegales;
Ser cómplice del robo de bienes ajenos o beneficiarse de lo robado;
No pagar al trabajador su salario o sus beneficios de ley, o pagarle menos de lo que merece;
No cumplir con el deber en el trabajo;
No devolver lo prestado deliberadamente.



8. No darás falso testimonio ni mentirás

El octavo mandamiento prohibe la mentira, especialmente cuando se trata de una calumnia contra el prójimo. 

La mentira tiene el poder de destruir moral y materialmente a las personas, y sus consecuencias pueden llegar a ser irreparables. 

Por ejemplo, la calumnia puede causar que una persona pierda su vida laboral y familiar para siempre. Por ende, la reputación de las personas debe considerarse sagrada. De ella depende su bienestar.



9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros


En el cristianismo, el noveno mandamiento es no admitir o estimular deliberadamente pensamientos que violan los valores de castidad, respeto por el otro y fidelidad conyugal. 


Consentir en ello, es decir, alimentar pensamientos impuros conscientemente aumenta el riesgo de causar daño a otros y a uno mismo.


Este mandamiento es una ampliación de uno de los aspectos señalados en el versículo 17 del libro del Éxodo, capítulo 20: «no codiciarás la mujer de tu prójimo», también disponible en Deuteronomio 5, 21.



10. No codiciarás los bienes ajenos



El décimo y último mandamiento se puede resumir en lo siguiente: no envidiarás. 


Es decir, no desearás los bienes que tienen los demás.


En la espiritualidad judeocristiana, se entiende que la codicia es la puerta de entrada para el robo, el asesinato y la incontinencia carnal. 


Por ende, este mandamiento pretende promover el valor del trabajo, la fraternidad y la fidelidad.



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